Pues esa es la filosofía de Handspresso: poder disfrutar de un espresso recién hecho en cualquier lugar donde nos encontremos, sin necesidad de tener electricidad o una cafetería cercana para poder entrar.

El aparato consta de una bomba como las de las bicicletas para dar presión al agua y hacer la extracción del café de una pastilla monodosis que se puede encontrar en cualquier supermercado.

La idea nos parece genial, pero tiene trampa: como no tengas agua caliente en un termo se acabó la gracia.