El café. Es la segunda bebida más consumida en el mundo, después del agua. Pero, ¿es beneficioso o perjudicial para nuestra salud? La respuesta puede ser ambas, depende de la cantidad de café que tomemos al día y sobre todo de nuestro historial clínico. La clave está en un consumo moderado, que según el doctor De la Figuera serían unas 3 ó 4 tazas diarias. Y debemos procurar no sobrepasar las 5. Aunque esto es meramente orientativo, cada uno debemos tener el cuenta cuál es nuestro umbral de tolerancia a esta bebida, y saber dónde está nuestro límite.

No es nuevo que el café contiene antioxidantes naturales muy saludables (sobre todo el café verde). Además se ha demostrado que resulta beneficioso para nuestra salud cardiovascular. Aunque debemos tener en cuenta que el café aumenta el ritmo del corazón y la presión sanguínea, por lo que aquellas personas que tengan problemas cardiacos relacionados deben tener cuidado. Pero tampoco es recomendable exceder las 5 tazas de café diarias, lo ideal para ayudar a nuestra salud cardiovascular serían 4 tazas diarias.

Entre los beneficios del café se encuentran la reducción de posibilidades de padecer enfermedades como demencia, alzheimer, parkinson o gota. También se ha descubierto recientemente que puede estar asociado con un menor riesgo de desarrollar melanoma maligno.

Además se ha demostrado que aumenta la efectividad de los analgésicos, sobre todo en dolores de cabeza, es por esto que las aspirinas incorporan una pequeña cantidad de cafeína en su composición.

En un estudio de la Radiological Society of North America de 2010 se demuestra que la cafeína mejora el rendimiento cognitivo: aumenta la memoria corto plazo y el coeficiente intelectual. Pero, ¿por qué? El café aumenta el cortisol, una hormona que nos prepara para el estrés. Aunque a la larga este efecto desaparece y termina convirtiéndose en un efecto placebo.

Pero también se ha demostrado que el cafestol y el kahweol, que contiene el café (sobre todo hervido sin filtrar), son causantes de un gran aumento del colesterol, especialmente si sobrepasamos la cantidad recomendada.

El síndrome de abstinencia, ¿mito o realidad? La cafeína sí crea adicción, por lo que existe también un síndrome de abstinencia si dejamos de tomarla. Incluso en personas que solo toman una pequeña dosis al día, por ejemplo un café (100mg). Se ha demostrado que una dosis pequeña de 25mg puede ayudar a paliar este síndrome. Cantidad que quizá estemos ingiriendo por otros medios sin darnos cuenta. (Y por eso no notemos el síndrome de abstinencia).

 

Esperamos que sigáis disfrutando de vuestros cafés como lo hacemos nosotros. Y recordad que con cuatro tazas diarias es más que suficiente, ¡además de saludable!

Fuentes:

http://www.efesalud.com/noticias/el-eterno-debate-sobre-el-cafe/

http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-02-07/mejor-tener-cuidado-los-efectos-sobre-la-salud-del-cafe-mananero-no-son-buenos_501423/

http://www.abc.es/sociedad/20150126/abci-beneficios-cafe-salud-201501231658.html