Pues aunque parece mentira es cierto. Y no lo decimos en Oxford. Según un estudio de la Universidad de Barcelona realizado sobre 668 voluntarios, los efectos de la cafeína son más patentes en los hombres que en las mujeres.
Se suministró un café con 100 miligramos de cafeína por taza y un descafeinado, con 5 mg por taza. De aquí dedujeron que, tanto en hombres como en mujeres, sus niveles de actividad mejoraban con el consumo de cafeína en tan sólo 10 minutos. Se observó una disminución aparente de la sensación de fatiga y somnolencia, un aumento de la capacidad de procesamiento mental, un aumento en el riego coronario y fuerte acción vasodilatadora además de los ya conocidos efectos diuréticos que este provoca.
La cafeína logra su máxima concentración en la sangre después de 45 minutos, pero al menos la mitad de esa concentración ocurre en los primeros minutos. Y según los datos del estudio, ese efecto parece manifestarse con más fuerza en los hombres.